GARGANTUA 23 y tan apetitosas estaban que todos les echaron mano. La gran diablería de cuatro personajes (i) dictaminó que no se podían reservar mucho tiempo, porque podía ocurrir que se pudrieran, y esto era repugnante. Así, pues, se determinó que habrían de comérselas ávidamente, sin pérdida de tiempo. A este acto debían concurrir todos los ciudadanos de Sainuais, Suille, la Rocheclermaud,, Montpensier, Gué de Vede y otras poblaciones, todos buenos bebedores, buenos compañeros y buenos jugadores de bolos. El excelente Grandgousier, tuvo una satisfacción muy grande y recomendó que todos acudiesen con escudillas. Dijo muchas veces á su esposa que comiera poco, vistoque ya se acercaba el término de su embarazo, y que aquella tripada no era comida muy ligeraEsta mujer (decía él) es capaz de comer mierda, con tal de llenar la tripa. No obstante las reconvenciones, se comió diez y seis moyos, dos cubos y seis potes. ¡Qué hermosa materia fecal debía de hacerse en su interior! Después de comer todos, se fueron marchanda al plantío de sauces, y allí, sobre la hierba tierna, bailaron al son de las alegres flautas y de las dulces cornamusas, tan asnalmente, que era celestial pasatiempo verlos retozar y divertirse. (1) Véase nuestro Glosario.