? 10 ? Amor, á la vez, alegría y dolor. Pasión, que atormentas, mi corazón. , Cuando te miro, siento en mis venas correr, ardiente lava, que me mata de placer. Tn amor, vivo y fogoso, de pronto me envolvió, y hoy me ahogan los lazos, de tan dulce pasión. No me olvides, Ricardo, constante piensa en mí, que aquí un tesoro guarde, entero para tí. Y cuando lleguemos, al pié del altar, toda mi ternura, se ha de desbordar. ESCENA VI PEPITA y NAZARIa Hablado Naz. (Entrando con la cesta.) ¡Ay, hija! Con el aquél de que se van cevilizando los dependientes, 3^a no pué una dir de tiendas. Pep. ¿Qué le ha pasao, madre? Naz. Na; que han sacao la costumbre de échanos piropos á las presonas formales y lo hacen con una finura que no te pués resentir. Pep. Y ¿qué le han dicho? ¿Se puede saber?