4C ^ Si me q'-iiereti escuchar, la historia de los carcundas es muy larga de contar, jeade que llefean al pueülo do se hartan de pregtiDtar: -¿Aond e esta; el señor alcalde, ? ese taño liberal? jie se presenta al momento, que tiene que racionar; . quioientoi hombres venimos, quinientas libras de pan, otras tantas de caríiero, si no hay vaca que matar; cebada pa los caballo^, tamüien nos tienen que dar; cigarros y cajetillas y papel para fumar. Venimos de la^provincias de navarra y Veflaongas ; ahora vamos a Sstella, es el cuartel general donde están las buenas chicas iue las vamos a esposar.