El monasterio de San Millán, un esbozo histórico


El monasterio de Suso

Las transformaciones constructivas que el edificio destinado a monasterio en San Millán de la Cogolla ha sufrido, ha corrido a la par que la evolución del tipo de religiosidad que en este se ha desarrollado.

 

Tipos de vida religiosa

Construcciones asociadas

Período de tiempo
Eremítica Cuevas S. VI
Cenobítica Cenobio visigótico S. VII
Monástica  Monstario mozárabe S. X
Ampliación románica S. XI

 

En el lugar llamado de Suso, del latín sursum ‘arriba’, se localiza el primer monasterio que florecerá en torno a la celda de San Millán. En  su primera etapa entre los siglos V y principios del VI se excavan cuevas aprovechando oquedades del terreno para dar cabida a los discípulos del santo. Estas se distribuyen en dos niveles destinadas a habitaciones, y otras dos a oratorio, donde actualmente se sitúan el cenotafio de San Millán y el osario.

 

A la muerte de San Millán (s. VI) y hasta el siglo VII, se produce un cambio en la vida de los seguidores cuya organización pasa de eremítica a cenobítica. Así estos morarán próximos al monumento funerario o cenotafio del santo, viviendo de una forma menos aislada y más en comunidad. Cada eremita vive en su cueva y una vez por semana se reúnen en una nueva construcción, el cenobio, que se corresponde con los dos compartimentos abovedados en la parte derecha del monasterio del que solo se conservan actualmente los muros y varios de los arcos visigodos.

 

En el año 959 el rey de Pamplona y primer rey de Nájera, García Sánchez I asiste a la consagración de la iglesia de estilo mozárabe que se había construido partiendo del cenobio visigótico. Este templo se encontraba orientado hacia Jerusalén y constaba de un atrio con dos módulos con bóvedas de estilo califal y arcos de herradura con las cuevas en un lateral. En esta época la comunidad que se regía por la regla mozárabe estaba formada tanto por monjes como por monjas.

 

Un incendio provocado por el caudillo Almanzor en 1002 arrasa Suso haciendo desaparecer las pinturas y los estucos mozárabes que adornaban el monasterio. Tras este incidente se construyó el pórtico de los Siete Infantes de Lara.

 

Poco tiempo después, más concretamente en 1030 y aprovechando la canonización de San Millán, el rey de Navarra Sancho el Mayor hace la última gran obra del monasterio ampliando las naves con dos nuevos tramos de medio punto. Durante los siglos XI y XII se completa con muros y arcos de medio punto las primitivas cuevas del eremitorio.

 


El monasterio de Yuso

Este monasterio destaca por sus grandes dimensiones y es el fruto de la actividad arquitectónica de varios siglos (fundado en el siglo XI, fue reconstruido en los siglos XVI, XVII y XVIII) lo que hace que en él se conjuguen, sin contraponerse, diferentes estilos (renacentista, barroco ...).

 

Su origen se encuentra ligado a una leyenda según la cual el rey de Nájera Don García en mayo de 1053 mandó el traslado de los restos de San Millán desde Suso al monasterio de Santa María la Real de Nájera que acababa de construir y en el que quería que se reuniesen los restos de los más destacados artífices de la cristiandad en La Rioja. Los bueyes que portaban la arqueta se quedaron clavados al llegar al valle y se negaron a moverse lo que fue interpretado como el deseo del Santo de no abandonar esa tierra. Este hecho dio pie a Don García para mandar construir el nuevo monasterio que recibió el nombre de Yuso, del latín deorsum, que significa ‘abajo’.

 

El 26 de septiembre de 1067, durante el reinado de Sancho IV el Noble se inaugura la iglesia con el traslado de las reliquias de la enfermería del monasterio a la nueva iglesia. El acto contaría como predicador con Domingo de Silos, antiguo prior de Suso, que lleva veintisiete años de destierro en Castilla.

 

Durante 40 años y hasta, al menos 1100, coexisten ambos monasterios, Suso y Yuso. El de ‘arriba’ se mantiene fiel a la regla mozárabe y su doble comunidad masculina y femenina. El de abajo por el contrario sigue la regla benedictina. Será en el siglo XII cuando solo quede una comunidad de monjes benedictinos que habitan la casa principal situada en el monasterio de Yuso.

 

 

 

 

Los siglos X y XI son los de mayor esplendor en lo espiritual, religioso, artístico y cultural.

 

El edificio que hoy conocemos se construyó entre los siglos XVI y XVII y desde 1878 alberga a la comunidad frailes agustinos recoletos. Son distintos los elementos que cabe destacar en él:

  • La portada de estilo barroco acabada entre 1661 y 1665.
  • El zaguán y el Salón de los Reyes finalizado en 1689.
  • El claustro de concepción renacentista que se comenzó a construir en 1549.
  • La iglesia comenzada en 1504 como la primera construcción del monasterio y que se terminó en 1540.
  • La sacristía que comenzó a utilizarse en 1693 y que se encuentra entre las más bonitas de España.
  • La biblioteca mandada construir en 1780 por el abad P. Petite con un estilo de decoración neoclásico.